Este poema no puede esperar
Creo que éste es el poema más urgente que nunca he escrito. Debe llegar pronto a destino. Es el mejor modo que tengo para abrazar, en la distancia, a alguien que está tiritando.
Ya han llegado los somormujos
Ya han llegado los somormujos y tú entristeces.
Te encuentro con el alma tiritando,
tragando peces a contraescama, bebiendo barro.
Cuando se desatan estampidas,
cuando se desencadenan aludes en el alma,
quizás sea oportuno estar un tiempo bajo el agua,
entrar en trance, completar el círculo,
oír el ruido de tu propia garganta.
No sé si hoy sabría bucear tu mirada.
Han pasado muchas lunas asombradas.
Ese día tú me explicabas por qué giran los derviches.
Te recuerdo.
Nunca es lejos contigo.
Ahora que tú entristeces
danzan y se aparean los somormujos.
Perder es previsible.
La vida es tan larga...
Fotos: Somormujo lavanco (www.damisela.com ) y
Detalles de la casa Batlló en Barcelona ( marzo de 2006 contigo)