Kabul

KABUL
Sólo tengo palabras
para los que os estáis
apagando en Kabul,
para los esqueletos de Kabul;
para los que arrastráis
el asma en el costado,
para los que invocáis
con la urgencia de los ahogados.
Sólo tengo palabras
para los que ya estáis
en la flor de la muerte,
para los que acaso dormís
al filo de la vida.
No sabría explicaros
por dónde se fue el verde,
los misterios, las primaveras,
por dónde los almendros,
el jugo del durazno,
el agua con azul.
No sabría deciros
hasta cuándo se fueron todos los dioses
y todos los profetas de Kabul.

Sólo tengo palabras
para los que os estáis
apagando en Kabul,
para los esqueletos de Kabul;
para los que arrastráis
el asma en el costado,
para los que invocáis
con la urgencia de los ahogados.
Sólo tengo palabras
para los que ya estáis
en la flor de la muerte,
para los que acaso dormís
al filo de la vida.
No sabría explicaros
por dónde se fue el verde,
los misterios, las primaveras,
por dónde los almendros,
el jugo del durazno,
el agua con azul.
No sabría deciros
hasta cuándo se fueron todos los dioses
y todos los profetas de Kabul.

No podría explicaros cuánto dura,
cuándo regresarán
la música, aquellos libros, la luz,
las ágiles cometas de Kabul.
Nada tengo para vosotros,
sólo miro cómo os rompéis las manos.
Sólo tengo palabras,
sonidos que no abrigan nada
sólo miro cómo os rompéis las manos.
Sólo tengo palabras,
sonidos que no abrigan nada
(y es tan fría la nieve de Kabul).
Asun Monsalve
marzo 2009
marzo 2009