miércoles, enero 31, 2007

Vamos con un tópico: CARPE DIEM














Carpe diem. El tópico literario (¿por excelencia?): Cosecha el día. Atrapa la felicidad al vuelo, en cada hoy. Desde luego, un tópico repetido y asumido por muchos, aunque no falta quien -como Jorge Guillén- lo revienta defendiendo que la felicidad no se obtiene del instante, no del momento. La felicidad se obtiene en el transcurso. Desde luego, mi poema se desequilibra, claramente, a favor del tópico, pero me parece indiscutible la idea del transcurso. Yo me inclino a pensar que la felicidad está dentro de tu cerebro: úsala.


Carpe diem

No mires cómo las gotas de lluvia
refrescan otros rostros.
Cómo las suelas de otros
se desgastan
trepando la vida.

Lame esa agua,
sujeta ese sol,
atrapa la arena que desciende
sin sujeción,
porque el mañana
mutará también en hoy.

Porque el porvenir,
ese desconocido y lejano rostro
que nunca llega…
es irreal e incierto.

Incierto como la respuesta
de un perro que, en la distancia,
no sabemos si ladrará,
lamerá nuestros tobillos,
o acabará aullando.

Porque quizás mañana
-quién lo sabe hoy-
aullarán los perros.

Asun Monsalve
noviembre de 2006

7 Comments:

Blogger Víctor Álvarez said...

El hoy, es la única certeza, ésa certeza a de ser tal para uno mismo y para quien nos es cercano, de no ser así, podremos confundir el carpe diem con otros tópicos más cercanos al libertinaje, y tampoco es eso cojona. Por otro lado, la tendencia continua es a hablar de "llegar a...",pero con respecto a ayer, el hoy es haber llegado, y el "dentro de..."acaba siendo, la zanahoria que hace avanzar a el asno.
Así que carpe diem con lo que tenemos, pero no viva la virgen.
Saludos!!!
PD(ya,ya se que nadie habla de viva la virgen :))

7:52 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me ha encantado. Con respecto al carpe diem yo escribí unas lineas hace unos meses:
Vivimos como inmortales, planeando los años venideros, codiciando cosas, sin concebir un mundo en el que ya no existamos, sin poder esbozar en nuestros pensamientos un alba sin ocaso, un mañana sin futuro. Resulta difícil imaginar que un día todo lo que nos rodea continuará su senda en el tiempo sin nosotros. Provoca vértigo proyectar en sueños un pasaje donde lloren nuestra ausencia, una despedida sin abrazos, palabras, ni lagrimas; un adiós inconsciente, inerte. Produce pavor un porvenir donde nuestro recuerdo se haya perdido en el olvido y ni si quiera una fotografía perdure en las paginas de un viejo álbum.
Un fulgor cegador, un golpe de mar, una nota sostenida, un sueño súbito, y todo se desvanece en un segundo. Los sentidos se extinguen en una noche repentina, una brusca oscuridad que lo engulle todo y en la que no somos nada. La realidad desaparece, y lo opaco se diluye hasta tornarse invisible.
La muerte llegará mañana, o quizá se demoré algún tiempo; Mientras se hilvana mi destino yo disfruto cada línea que escribo, cada letra de Silvio, cada nuevo rincón del mundo por descubrir, el perfume a salitre del océano, el sabor a dulce de leche, los acordes que me hacen cantar, los suspiros que me susurran en la almohada, cada beso en la frente al amanecer. Hay que sentir y soñar cada momento, hasta que el tiempo nos arrebaté la vida, intentando ahogar nuestra condena en felicidad.

9:36 p. m.  
Blogger ágatas, cueros y cristales said...

Dí que sí Víctor, hay que matizar. Carpe diem si, pero con moderación (ja,ja)no vaya a rasgarse la fiesta.

itoitz, gracias por llegar. Realmente tu texto es muy bueno. El último párrafo me parece espléndido. Ojalá lo hubiera escrito yo.

11:52 p. m.  
Blogger Txe Peligro said...

hay que pasarlo bien

12:48 a. m.  
Blogger El detective amaestrado said...

Dos palabras tan sencillas y que encierran tanta sabiduría...Ojalá siguiéramos su consejo

5:01 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

"quizás mañana
-quién lo sabe hoy-
aullarán los perros."

Quizá el mañana no sea tan acogedor como pensamos. Cierto.
Creo que estos tres versos encierran la idea del poema. Efectivamente, quién garantiza nada, nadie sabe qué le espera tras la próxima esquina. Ese porvenir que nunca conoceremos más que con rostro de hoy, sólo cuando se haya convertido en hoy. Por tanto, lo único seguro que tenemos es el presente. Vivámoslo. CARPE DIEM, Asun

10:45 a. m.  
Blogger be tinto my friend be tinto said...

A Walt Withman le encantaría poder leer esos versos mintras... se va al bosque para vivir sin prisas,
para vivir intensamente,
y sorberle todo el jugo a la vida.

Dani

12:27 p. m.  

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