lunes, enero 22, 2007

De qué sirve soñar con un limón amarillo

















Este poema está construido tomando como punto de arranque, otro de Jaime Gil de Biedma (Barcelona, 1929-1990). Un poema-autorretrato en el que el autor se destroza, se destruye a sí mismo ferozmente. Pero el destino de mi poema no es el autorretrato ni, mucho menos, la autodestrucción. Resultaba un verso muy interesante, muy abierto. El ejercicio era tirar del hilo y ver el recorrido que podían seguir sus primeras palabras miradas de otro modo. El poema original se titula Contra Jaime Gil de Biedma, y es su primer verso el que he tomado aquí como punto de partida: De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso. ¿Sugerente?

(La foto está hecha por Fer. Después jugamos juntos con ella).


De qué sirve

De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso.
Creer en la solidez del hielo,
soñar con un limón amarillo.

De qué prever el murmullo que arrastra la carcoma,
el minuto que dura el delirio,
temer ese solo de saxo que te desploma.

De qué sirve ahuyentar a manotazos lo temido.
De qué.
De qué sirve mudarte de mi memoria
si te alojaste en mi olvido.

Asun Monsalve
octubre de 2006

7 Comments:

Blogger Víctor Álvarez said...

Pero es que, ha habido muros que al final resultaron ser mas frágiles que el hielo, quién lo iba a decir de un muro...y mientras, por el hielo no apostaba nadie...

12:26 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Efectivamente, de qué sirve lanzar la vista más allá del presente sea murmullo de carcoma o algo más melodioso lo que creemos que nos espera.
Prever las emociones???? energía perdida. Queremos querer y espantamos el amor, queremos olvidar y no dejamos de arrastrar.
Efectivamente, tu poema lo dice: de qué sirve cambiar, soñar, prever, temer, ahuyentar, mudar...
¿Tenemos ese control?

Por cierto, no conozco el poema de Gil de Biezma. Lo buscaré

3:07 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Es verdad, las certidumbres dejan de serlo en cualquier momento, y anticiparse a él es tan inútil como intentar escaparse. Veo que retomas el tema del azar y su inevitabilidad. Bonito poema, sobre todo la aparente contradicción en los dos últimos versos. Sigue regalándonos. Besos.

11:52 a. m.  
Blogger ágatas, cueros y cristales said...

Víctor: muchos son los muros que sólo ve nuestra mirada, una vez tocados son simples cortinas de humo.

Ni uno más: Totalmente de acuerdo, energía perdida. Reconozco que me has tenido despistada (que aún sigo. Aunque hacer hipótesis es divertido.

skydog: Ha sido estupendo reencontrarte. Sigámonos la pista.

Besos

12:33 a. m.  
Blogger El detective amaestrado said...

Precioso el poema, de hecho, llegué a ir a la puerta de entrada del Sotano Negro para hacerme la ilusión de visitar un poema...

8:22 p. m.  
Blogger ágatas, cueros y cristales said...

Detective..: Siempre es una delicia leerte. Te visito menos de lo deseado. No sé quién se traga mi tiempo. Déjame que deje aquí, para quien no haya visitado tu espacio, unas líneas -preciosas- de tu última entrada "recibo de versos":

"A partir de hoy será un sueño entrar aquí, y esperar a que los versos insurrectos nos ataquen a traición. Versos sueltos en el vestíbulo de entrada, dando los buenos días cada mañana."

Es un lujazo cómo escribes.

12:47 p. m.  
Anonymous CIRUGIA DE PARPADOS said...

"De qué sirve mudarte de mi memoria
si te alojaste en mi olvido" este verso es una GENIALIDAD!!! y una verdad absoluta!

12:25 a. m.  

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