Las jaurías
Cuando, días atrás, Augusto Pinochet fue ingresado, empecé a escribir este poema con la intención de terminarlo antes de su muerte. Me hubiera gustado haber podido leerlo, compartirlo, antes de que eso sucediera. Pero no fue así, el lunes murió y yo di por terminado mi poema el miércoles de madrugada. Está dedicado y escrito para Pinochet pero podría ser leído -y haber sido escrito- pensando en otros muchos generales, comandantes... Bien, para todos ellos.
Las jaurías
Galopan de noche las jaurías.
Sus pasos aullando, rasgando los cielos de Chile.
Sin rostro pero al trote de su voz,
al ritmo de sus blancas y perfiladas uñas.
Todo lo cubre su larga presencia.
Las jaurías de noche,
de día.

Después del abismo y la represión de las hienas
-engullida la razón con bocanadas de miedo-
los fríos lamentos, las interminables torturas.
Y después... el espesor de la ausencia.
Cayeron mil, junto a otros mil.
Y más, muchos más.
Por nada.
Por todo.
¿No recuerda, general?
Algo así se arrastra en la mirada,
se detecta en su sonrisa,
se escurre junto a su baba,
lo destila en su sudor.
Muchos le esperan allí,
en el centro mismo de la muerte.
Le esperan masticando luz, tragando luz.
Ávidos de luz.
Ahora ya no es tiempo de perdones y oraciones.
Ahora le queda sólo retar a la muerte.
¿Sabrá hacerlo de frente?
No vaya a mearse ahora...
general.
Asun Monsalve
diciembre de 2006
Las jaurías
Galopan de noche las jaurías.
Sus pasos aullando, rasgando los cielos de Chile.
Sin rostro pero al trote de su voz,
al ritmo de sus blancas y perfiladas uñas.
Todo lo cubre su larga presencia.
Las jaurías de noche,
de día.

Después del abismo y la represión de las hienas
-engullida la razón con bocanadas de miedo-
los fríos lamentos, las interminables torturas.
Y después... el espesor de la ausencia.
Cayeron mil, junto a otros mil.
Y más, muchos más.
Por nada.
Por todo.
¿No recuerda, general?
Algo así se arrastra en la mirada,
se detecta en su sonrisa,
se escurre junto a su baba,
lo destila en su sudor.
Muchos le esperan allí,
en el centro mismo de la muerte.
Le esperan masticando luz, tragando luz.
Ávidos de luz.
Ahora ya no es tiempo de perdones y oraciones.
Ahora le queda sólo retar a la muerte.
¿Sabrá hacerlo de frente?
No vaya a mearse ahora...
general.
Asun Monsalve
diciembre de 2006
12 Comments:
Me gustan muchos versos... gracias por este poema Asun.
"Muchos le esperan allí,
en el centro mismo de la muerte.
Le esperan masticando luz, tragando luz.
Ávidos de luz".
Ávidos de luz estamos todos...seguirán los juicios, sus colaboradores pagarán.
¿Estará en el infierno o no habrá infierno suficiente?
Caramba Asun, qué decirte. Me has erizado el vello, me has tonificado el alma.
Voy a dar una clase; será gloriosa. A tu salud.
Besos.
El poema me ha encantado al leerlo, creo que quedaba claro en mi comentario anterior aunque lo hice de un modo precipitado. Ese "masticando luz, tragando luz. Ávidos de luz" es, de verdad, fantástico. Y el final, permite explotar a los sentimientos contenidos. Gracias. Lo imprimiré.
El poema puede cambiar mucho dependiendo cómo y quién lo lea. Me encantaría escucharlo en tu voz Asun, en una de esas veladas nocturnas de ese Gijón que os envidio. Con fondo de guitarra o con fondo de silencio?? Quizá sea indiferente
En caso de que no sea indiferente,entiendan que me ofrezco voluntario,y creo que la guitarra también.
Espléndido ese "algo así se arrastra en la mirada".
Aun después de muerto es de rigor recordarlo, pues la memoria es un acicate para el futuro.
Muy bien, Asun.
Si su dios existe, ¿Que le habrá dicho al verlo?
Solamente se me ocurre darte las gracias por heber escrito este poema.
De repente,frente a lo inexorable,algunos personajes "caen de la burra" y no les queda otro remedio que escuchar el fragor de lo que se les dice cara a cara. Tu aquí lo has hecho en nombre de multitud de gente
....y el remate final exquisito.
GRACIAS ASUN
Yo no sabría decirlo tan bien de un ser que lo hizo tan mal, vivió tan bien pero entendió la vida de los demás tan mal....no sé, me repugna tanto que me saldrían palabras horribles y no merece mi tiempo.
Sí, es válido para todos los sátrapas. Es un gran poema.
Saludos y felices fiestas.
Nota: llegué siguiendo la ruta del blog de Víctor Alvarez.
:)
¿Sabéis? Leer este poema me provocó unas ganas irrefrenables de localizar mis vinilos y cintas de INTI ILLIMANI, CALCHAKIS, etc... tan olvidados. ¡Qué tiempos! Gracias de nuevo, Asun, porque pasé una estupenda y melancólica tarde de domingo recordando todas esas canciones, tantos momentos en Salamanca, en Anaya... fueron para mí años estpendos.
Gracias a todos los que habéis pasado por aquí para compartir estas emociones. Concretamente éstas. Debo algún abrazo, lo sé.
Asun
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